Para hablar de Edmond, hay que comenzar
hablando de David Mamet (el dramaturgo de esta historia) ya que al ver su
nombre en el afiche, uno no puede dejar de pensar en que es el guionista de “El
cartero llama dos veces”, “Los
Intocables”, “RONIN , de “Hannibal”, que
se ha ganado en dramaturgia el premio Pulitzer y que ha estado 2 veces nominado
a los premios Oscar, entonces uno inmediatamente piensa: Esto es Sandía calada.
Si a eso le sumamos que se está presentando en
Mori Bellavista y vemos el trabajo previo de Mori que se ha preocupado de
instalar obras de buena calidad dramática y las lleva de la mano con actores oreja,
entonces podía dar fe por completo de que la experiencia, cuando menos, iba a
ser buena. Esto como profecía o prejuicio es entrete ya que uno llega con buena
predisposición al teatro; como si los pasos de camino a ver la obra te sonaran
a Frank Sinatra o a Sonny Rollins.
Pero al salir de la obra me quedé con una sensación
muy extraña, de no entender si me había gustado o no y entonces paso a
describir el porqué de esta incertidumbre.
La historia va de Edmond (Gonzalo Muñoz Lerner),
que es un sujeto X de 43 años y que ha cumplido con todo lo que se supone debe
hacer un hombre de esa edad. Tiene una mujer, ha trabajado toda su vida y de
pronto tiene una revelación que lo lleva a tomar la determinación de abandonar
su casa, su esposa y comenzar así un viaje que parte en la taberna donde va a
desahogar sus penas con un amigo y este, como consejo le dice: “a vos te hace
falta un buen polvo”. Edmond entonces, muy obediente, parte a la ciudad en un
tránsito que lo lleva por una noche llena de espacios y códigos que desconoce,
que le resultan hostiles y en la medida de que va viendo la necesidad de
defenderse, se van cayendo las máscaras y se va revelando la naturaleza de este
sujeto que no es más que otra víctima llena de prejuicios que, por una parte lo
han limitado y que, por otra, lo llevan a tomar una serie de decisiones que
desencadenan un nuevo ordenamiento para su “nueva naturaleza”. Hasta aquí todo
bien.
Gonzalo Muñoz Lerner me parece una decisión bastante acertada de parte
de los directores para hacer un rol tan protagónico, pues se monta en el macho,
se tira la obra al hombro y sale impecablemente airoso. Incluso me atrevería a
decir que Muñoz Lerner va mejor a la obra que William H. Macy a la película
(2005). Así de radical.
Además, me gustaría destacar las actuaciones de Franco
Toledo y de Andrea García-Huidobro. Notables.
También me encantó como se manejaron los
tiempos, la escenografía, sin embargo (y me doy cuenta de esto a medida que lo
voy escribiendo), lo que me desagradó fue el público, puesto que hubo muchas
risas en momentos que eran miserables o dramáticos, entonces no me queda claro si
hubo una falla de parte de los directores en conducir adecuadamente la
emocionalidad de determinadas escenas o si tuve mala suerte en coincidir en un
tiempo y espacio con gente que no estaba en la misma sintonía. Quizás el ángulo
en el que estaba no fue el más afortunado y me perdí de algo en escena, quién
sabe. Pero me quedé con la sensación de haber visto una obra diferente a la que
vio otro segmento del público, que tampoco fue en su totalidad. Para
ejemplificar mejor, podría decir que fue como ver la escena en la que Romeo toma
el veneno junto a Julieta que yace, para él muerta, en donde eso le pareciera
chistoso al espectador. Eso varias veces en la obra.
Como me quedé con la duda, llegué a casa nuevamente
a revisar la película (cuya adaptación al español tiene similitudes
extraordinarias con la obra que vi y no la encontré subtitulada) y para
sorpresa mía vi lo mismo que vi en la sala respecto de la intencionalidad de
las escenas y entonces continúo en mi perplejidad y no logro resolver si mi
sensación de incomodidad con la obra fue por una situación que se da una sola
vez o si se repetirán en la temporada las risas en una obra que habla de
misoginia, racismo, homofobia y de otros prejuicios, que luego muestra la
decadencia de los marginados, el fracaso, la delincuencia, que en resumen
muestra el tránsito de un burgués hacia el autoconocimiento y que para ello
debe enfrentarse con la gigantesca brecha humana que se da tanto en Nueva York,
como en Santiago de Chile.
Para concluir, si me preguntan si es recomendable
verla, creo que sí. Creo que es una obra en la que muchos se van a reconocer y
es una lástima que así sea. Creo que es una obra que nos conduce a un
entendimiento respecto de nuestras búsquedas y de lo que encontramos, y también
de eso que no nos gusta encontrar.
“Edmond” estará desde el 24 de abril al 7 de junio en Teatro Mori
Bellavista, de jueves a sábado a las 20:30 hrs. Duración: 1 hora 15 min.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Antonio Campos y Gabriel Urzúa
Dramaturgia: David Mamet
Elenco: Gonzalo Muñoz Lerner, Ximena Rivas, Víctor Montero, Andrea
García-Huidobro, Camila López, Gabriel Cañas, Daniela Castillo, Franco Toledo
Traducción y Adaptación: Ignacia Allamand
Diseño Integral: Daniela Fresard
Música Original: Gonzalo Ramos y Felipe Martínez
Producción y Gráfica: César Ramírez
No hay comentarios:
Publicar un comentario